Los trabajos en el atrio de San Isidoro han sacado a la luz un nuevo segmento de la muralla romana, dejando libre metro y medio de lienzo que las sucesivas capas de la historia fueron cubriendo. La Junta de Castilla y León tendrá que decidir ahora si rebaja el acceso al museo de San Isidoro para hacer con ello accesible este nuevo tramo de muralla descubierto, o bien se limita a documentar el hallazgo y entierra de nuevo el lienzo.
Este segmento pertenece a la muralla altoimperial y tiene unas dimensiones de 1,80 metros de alto y tres de ancho. La superficie ha sorprendido a los arqueólogos puesto que se trata de una anchura inexplicable, que dobla la que tiene la fortificación en el resto del campamento. Y, de momento, no parece que haya teorías que puedan explicar este misterio. En principio, y según los expertos consultados, no parece que este frente pétreo fuera parte de ninguna construcción aneja, ya que se habría utilizado otro tipo de fábrica y un sistema constructivo alternativo, pero todas las hipótesis están abiertas y el hallazgo puede cambiar las teorías sobre la fortificación del campamento romano.
Hay que recordar que León no ha descubierto aún tres cuartas partes de la ciudad romana. El campamento que fundaron la Legio VI Vinctrix y, posteriormente, la VII Gemina, y los dos asentamientos civiles de esa época siguen siendo aún un gran enigma. Las más de 200 excavaciones llevadas a cabo desde la entrada en vigor en 1993 del plan especial del casco antiguo sólo han permitido desenterrar hasta la fecha una cuarta parte del pasado romano.