Posted by on 11/06/2012

En 1966 escuchar las sirenas de los bomberos en plena noche sacaba a los leoneses a las ventanas. Si los coches se dirigen hacia la Catedral y de allí viene una intensa humareda ni que decir tiene que la preocupación crece.
Si después también suenan las sirenas de la policía pues ocurre lo que ocurrió, que miles de leoneses se congregaron en los alrededores de la Catedral, preocupados, al ver cómo el humo y las llamas salían del tejado de la Catedral, aunque nadie sabía exactamente los daños que estaba provocando, cada uno decía una cosa.
Era la noche del 29 de mayo de 1966 fueron unas horas en las que los leoneses vivieron pendientes de su primer templo, la mejor joya de su patrimonio.

 

 

Pese a ser una tarde lluviosa la madera del tejado, que llevaba 60 años sin tocar desde la restauración de 1903, era un caldo de cultivo excelente para que se propagara el incendio y creciera la alarma entre los leoneses.
Los bomberos trabajaron muy duro. A ellos se sumaron los equipos apagafuegos de la Base Aérea de la Virgen del Camino, los soldados de Almansa y hasta se habla de la oferta de helicópteros de la Región Aérea Central. Las emisoras locales interrumpen la programación y hacen un llamamiento de ayuda al que responden los bomberos de Oviedo, Santander y Valladolid y hasta el alcalde Oviedo vino al frente de su equipo de bomberos. Por suerte, sólo fue un gran susto.

 

lacronicadeleon.es 29/05/2012

 

Posted in: Arte, En León

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