Al escocés George Bain (1881-1968) le cautivaba cómo con unos patrones simples, no más complicados que los del ganchillo, se habían creado unos trabajos artísticos tan exquisitos. Dedicó buena parte de su vida a estudiar los intrincados diseños de los pictos y los celtas, autores de los grabados sobre las piedras escocesas, los objetos y joyas labrados en metal y los bellos manuscritos medievales como el Libro de Kells.
La Galería Nacional de Escocia, en Edimburgo, expone la obra del maestro y responsable máximo del renacimiento del arte celta en el siglo XX. La muestra reune acuarelas, dibujos, esculturas y joyas de este artista investigador.
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