Es evidente que hay elementos irrecuperables, como la fachada que luce en la vieja fotografía pues ésta ha sido trasladada piedra a piedra en la iglesia de San Juan y San Pedro de Renueva (León), en la época del obispo Almarcha, que se la compró a sus dueños para la nueva iglesia que estaba levantando en las cercanía de la llamada estación de Matallana. También otros muchos elementos se han perdido, no en vano se decía que “es rara la casa de la ribera del Esla que no tenga algo de Eslonza”.
Pese a ello, desde el Ayuntamiento de Gradefes se viene apostando por recuperar ‘lo recuperable’ y, además de la cesión gratuita de los últimos propietarios, recientemente han firmado un convenio de colaboración con la Fundación Masaveu Petersonque impulsa la recuperación del abandonado monasterio.